jueves, 3 de febrero de 2011

Deseo

La "felicidad eterna" debe ser aburrida

Sólo tiene sentido ser feliz si se sabe que se puede ser infeliz.

De existir la felicidad eterna,

nadie la valoraría, pues no sabríamos que somos felices si antes no hemos tenido la experiencia del sufrimiento.

El sufrimiento da a la felicidad su fundamento y sentido.

Tampoco se podría ser totalmente infeliz, "eternamente infeliz.

Ningún sentimiento es eterno, sólo el deseo del hombre puede pretender que tal cosa suceda.

Y aun sabiendo que el deseo es deseo de algo finito que jamás podrá ser eterno, deseamos.

Es que sin desear el hombre ya no es hombre,

es el impulso vital que nos empuja a vivir, cuando hacerlo no es fundamental, sino accesorio, y hasta, en algunos casos, inútil.

La felicidad eterna es la consecución del deseo primordial del hombre.

De cumplirse, el hombre se extinguiría, sería otra cosa. Una cosa que no desea más nada.

Una cosa que no desea no es humana, es sólo cosa.

¿Qué sentido tiene ser feliz eternamente si se es eternamente cosa, cosa feliz?

Eso no es vida, pues como a la vida le sigue la muerte, a la felicidad, la desdicha.

Sin muerte, la vida carece de sentido,

sin dolor, no percibiríamos el goce,

viviríamos adormecidos, enfermos de felicidad, ciegos de vida y necesitados de dolor.

Somos una contradicción viviente,

una especie que se caracteriza por la facultad de desear,

pero, paradójicamente, hacemos los mejores esfuerzos por apagar el deseo, reprimirlo, negarlo,

para luego absolutizarlo y convertirlo en algo ridículo.

Transformamos algo magnífico en una cárcel eterna,

en la cual no hay conciencia que tenga lugar,

donde el gozo ya es soso.

Fantástico eres, ser humano.

Máquina perfecta que se autoestropea...

Razón recta, que se desvía, y mata...

Bondad absoluta, pretendida al menos, que nunca llega...

maldad incomparable, nuestra distinción natural...

Creatividad sin límites, más que los que nos autoimponemos.

Ilimitados destructores, limitados temporalmente.

Finito cuando mueres, infinito cuando crees que vives,

felíz quieres ser todo el tiempo que sea posible,

infeliz eres, cuando te das cuenta que no te queda tiempo.

Tiempo, tu mayor invento, tu perdición,

eterno quieres ser,

veraz parecer,

bondadoso ser llamado.

Escrupuloso ser enfermo de codicia,

que creas la verdad y vives en una mentira,

que otorgas fama ficticia y te autodesprecias al hacerlo.

No te conoces, temes hacerlo.

Eres carne, deseas carne, y te averguenzas por ello.

Eres carne, deseas paraíso, te mientes en ello.

Eres pensamiento, y desconoces que eso es producto de la pasión, tal vez no lo sepas, ya sabes por qué.

Tú creaste las artes, y en un gesto bondadoso las cediste, pues dijiste que robaste el fuego al dios.

Te mentiste, fue tuyo siempre.